Para crear realmente habría que quedarse quieto, no hacer nada, y ni pensar en intentar crear. Habría que empezar por la mañana solo observando la pasta de dientes tricolor que sale como un gusano por el tubo, oír el ruido del cepillo en los dientes, ver el sol que entra por la ventana de la cocina llenando de luz la espuma del jabón que lava los platos, y allá las hojas del siempreverde se mueven en una coreografía marcada por la brisa. Habría que oír con atención el café que bulle como un avión que pasa y las tórtolas que se enamoran hasta por el techo, ver el impresionante color de una simple taza blanca y el mágico juego de las estampas del mantel, ver como uno sigue caminando aunque este completamente quieto y observar esas piernas que se mueven con vida propia, esas manos que hablan como dos hermanas, observar el color del frasco de miel, el azul de la cacerola, el marrón rojizo del cojín en el claro sofá, los personajes que aparecen en los relieves de la pared y la fantasía de sombras que danzan en la galería, y así seguir y seguir la dirección del ojo y el oído sin despegarse de las cosas hasta que de pronto…
¡SUCEDE!
¡SUCEDE!
La creación surge como una fuente y lo deja a uno encantando como niño en el espectáculo.
viernes, 4 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
La creación siempre está en movimiento, sólo cuando aquietamos nuestro interior logramos visualizarla.
...yo creo...no sé en qué pero creo, pero a veces creo cosas en las que no creo.. y no sé si creer es crear o si crear es creer...pero creo que debo seguir creando para creer...
lo de no hacer nada me sale muy bien...
me creía creador, creativo, creer, crear, querer, inventarse o intentarlo.Ya. Inocencia o ingenuidad. Jorge de Oteiza, escultor, dijo que en un niño, a partir de los ocho años, ya no queda claridad en la ceación. Solo confusión y ansiedad.Así el caos de Shiva o la espeluznante y aterciopelada neutralidad de Brahma. La misma idea de crear me produce granos. Me hice seguidor de Vishnou, el Gran Conservador, en Tirumala y soy servidor de hamacas en cala vadella. Ya te dejo José, que no sé de ti salvo...por tu creación. Un grandísimo abrazo. de josetxo. infojosetxo.blogspot.com. Con toda humildad.
Mmmm... ya huelo el aromoa a manzana madura calentita por el sol en lo alto de la copa del árbol del Val di Non. Y esa pizza crocante, y el vino casero...
Brillantes recuerdos! Gracias.
Publicar un comentario