LAS COSAS CLARAS
Los muckakanos a primera vista se parecen a nosotros. A segunda vista se los ve raramente quietos y raramente sacudidos. A tercera vista los muckakanos parecen de otra galaxia. Pronto o más tarde uno se da cuenta que han cambiado de colores según la hora que transcurre. Los muckakanos al mirarte miran el mar atravesando tu nuca con la mirada. Cuando caminan no hacen ruido, y juraría que no dejan huellas. Cuando ríen la risa te suena en los mismos huesos produciendo una vibración de alegría tal que al dormir te despiertas por la noche sacudido por las carcajadas. Pero todo eso tu no lo pudiste ver porque los celos te tapaban hasta los oídos porque no se te ocurrió mejor estupidez que preguntarle a tu ex chica como hace el amor el muckakano y ella te respondió lo hace cepillándose los dientes y tu le dijiste como es eso y ella te explicó porque se los cepilla entre mis piernas y ahí mismo te dio la histórica pataleta tirando todos los muebles que había a tu paso y desde entonces miraste tan mal pero tan mal a todos los muckakanos que te quedaste ciego ante la certeza de que los muckakanos son un ejemplo a seguir, una referencia, una posible puerta de salida y si no fíjate como tienen ellos su territorio, compáralo con el nuestro que huele de oxido y podredumbre de tanto exceso de mentira entonces si realmente quieres a tu ex chica alégrate que este con un muckakano y no con un imbécil de nuestro territorio que, que, ¿Qué? ¿Qué dices? ¿Qué no la quieres ya? Vaya, entonces déjame en paz y no me vengas mas con huevadas.
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