sábado, 25 de junio de 2011

expresionismo hostelero



EXPRESIONISMO HOSTELERO

Vendo bisutería en un hotel plástico. Los turistas también de plástico pasan como tropel por mi mesa derecho al comedor. Pasan gordas en bikinis. Pasan ancianos bronceados. Pasa todo tipo de terrícolas catatónicos con tatuajes hasta en el carnet de identidad. Nadie mira mi mesa. Pasan niños in in in soportables. Pasa una bruja teñida de arcoíris. ((Pasó una rusa que esta buenísima)). Pasa un obeso fofo dentro de una camisa florida. Nadie mira mi mesa. Solo se acerca esa adolecente de pestañas postizas y una minifalda tan prieta que para encajársela se tiró de un segundo piso. Su novio, un idiota de labio colgante y gorro beisbol, espera con los brazos cruzados.
−Cuánto cuesta ese collar –pregunta la nena
−Veinte euros.
−Te doy cinco euros por eso.
−Y yo te doy una patada en el medio del ano.
Se sintió ofendida. El novio se puso de un rojo fruncido, luego se alejaron comentando la mala educación de este vendedor.

¡Es que yo tendría que estar actuando poesía con Claudio!
O escribiendo cuentos de la India.
O viajando por Turquía con la bolsa al hombro.
¡¡Que carajo hago aquí!!

“Cálmate José. Es una prueba que te pone la vida, se trata de hundir al José de siempre para que resurja un nuevo José como el ave Fénix”.
¡No me vengas con cuentos!
¡Uy! Ahora viene una pelirroja con gafas culo de botella.
−How much the wrist.
−Five euros.
−I take it.
¡Bien!, vendi la pulcerita cursi.

___________________________________

1 comentario:

Jorge Kelson dijo...

deberías venir al mercat vell a vender.
allí tendrías material para escribir diez libros.