sábado, 1 de agosto de 2009

D E S A Y U N O

He tenido por un instante no preciso, fuera de la cuenta del tiempo, (no era el nombrado flash), fue una percepción, no, tampoco, fue ver claro algo que estaba ahí, no, no estaba ahí, no se ubicaba en ningún lado, era un color, tal vez, o un amor, también, o un sabor, eso seguro, que se produjo allá donde veía el mar desde la ventana. El caso es que todas las noticias del mundo y lo que pasa a mi alrededor y lo que quiero y lo que rechazo y lo que busco, quedó reducido a una ceniza negra microscopia, porque aquello, que no era más que nada en el mar, ocupó la realidad total, y entonces José, o el yo, se hizo un muñequito con forma incierta porque lo primero era la gaviota desplegando las alas y allá las nubes lejanas alargándose en la mañana.

Era un sueño, ahora si lo veo, pero un sueño que dejaba atrás el sueño de la historia del hombre.

Entonces, me puse mermelada en el pan, y lo mojé en el té con leche.

3 comentarios:

Lucia Olazabal dijo...

muy bueno, Jose!
saludos!!

ani dijo...

Jose el tiempo sigue siendo inspiracion, y el mar un compañero, desde el otro lado del tiempo y del mar te recuerdo con mucho cariño, Ani

José Rivarola dijo...

ani, siempre te recuerdo, con pareos de colores y fondo de mar, y la ilusión que tenías por todo lo que estabas viendo.