domingo, 9 de septiembre de 2007

Bendita alucinación

En 1976, en el barrio de Las mercedes, Maco y yo teníamos un taller de cuero en un cuarto de un hotelucho regentado por un chileno cuyos bigotes largos le otorgaban una sonrisa cándida y permanente.
Y esa tarde nos habíamos fumado algo comparable a la "punto rojo" y cortábamos cueros sobre patrones mientras de un radio casete surgía, mejor dicho emergía, y se expandía la voz sonámbula de Facundo Cabral cantando "mujer todaaaa desnuuudaaaa, caminando entre los griiillos, briippppp bribriiiip" y como estábamos siete pisos por encima de nosotros mismos, marcábamos las tiras de cuero con ojos enrojecidos viendo a la mujer desnuda y pálida como un fantasma dando pasos en cámara lenta y apartando nubes de luciérnagas, rozándonos con su piel de noctambula
- La pelirroja - me dijo Maco dejando las tijeras
- Entre las piernas también - le dije yo
Y Facundo que se habría fumado algo fuerte para cantar eso, nos situó fuera del tiempo en un Ahora lleno de noches y ventanas.
Ahora, justamente Ahora le voy a pedir a Maco que me alcance el sacabocados para terminar los agujeros de esta bolsa y Ahora está por pasar la mujer que vuelve pisando grillos
Pero Ahora Maco se fue.
¿Dónde está?
Por Ahora se habrá ido al baño y hace más de 30 años que no vuelve.
AHORA oigo sus pasos, AHORA está llegando.